El juego interior del tenis

El adversario más difícil es el que llevamos dentro

 

En 1974 se publicó un libro referente en el mundo del Coaching. «El juego interior del tenis» fue el detonante para el desarrollo del Coaching tal y como lo conocemos hoy en día. El juego interior del tenis, escrito por Timothy Gallwey fue revolucionario en su enfoque del tenis. Posteriormente se aplicaría ese mismo enfoque a otros campos.

En este libro, Gallwey argumenta que el tenista se enfrenta a dos adversarios. Uno de ellos es el oponente exterior, el que está al otro lado de la red. El objetivo es ganarle empleando sus mejores habilidades. El otro adversario, es el oponente interno, nosotros mismos. Es un adversario mucho más duro, más complicado y más difícil de derrotar porque conoce todas nuestras debilidades y creencias limitantes. El adversario interno tiene un arsenal de armas muy eficaces para ganarnos. La duda, la distracción o el diálogo interno hacen que el tenista pierda la concentración y no llegue a dar lo mejor de si mismo.

Este adversario interno susurra al oído cosas como, mi oponente es bueno, no lo estoy haciendo bien, podría perder. O al contrario, le estoy haciendo muy bien, creo que voy a ganar. Ambos llevarán al tenista a perder la concentración justo en ese momento que es cuando más la necesita. De esta forma será derrotado fácilmente por el adversario externo. Cualquier atleta de élite puede decirnos que, precisamente cosas como felicitarse por hacerlo bien, es justo lo que hace que los atletas pierdan la concentración y el estado.

El juego de la mente

Nuestro adversario interno nos distrae, nos sabotea y nos dice cómo tenemos que hacer las cosas en lugar de simplemente hacerlas. Este juego interior es el que se juega en la mente de cada jugador; de cada persona contra si mismo. Muchas veces somos nuestro peor enemigo. No es el adversario externo el que nos derrota sino nuestras propias dudas, nuestro propio miedo, nuestra falta de concentración o nuestro exceso de confianza. Cuando creemos que lo sabemos todo y lo tenemos todo bajo control; es en ese momento cuando el adversario externo lo tiene más fácil.

El juego interior del tenis está basado, como no, en el tenis, pero sus principios pueden aplicarse a otros campos. Nos ayuda a desarrollar ciertas habilidades que sirven para alcanzar el éxito en cualquier otro deporte o actividad. En el libro, Gallwey une elementos de la psicología humanista, el pensamiento budista, la psicología deportiva y la idea de la programación del inconsciente. Nos muestra técnicas sencillas para superar esos obstáculos y alcanzar nuestros objetivos.

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